Universo(s) de color

Los pintores de la empresa suiza Farbwelt Landolt son maestros en su oficio.

Se dice que en Suiza los prados son sencillamente más verdes, el cielo más azul y los picos de las montañas un poco más blancos que en cualquier otro lugar. Puede que así sea. Quizá por ello, los suizos tienden a pasar desapercibidos en lo que respecta al color en sus casas y fachadas: porque no quieren competir con la explosión de color que les rodea. Al menos esto es lo que sospecha Jürgen Klawitter. Para un alemán en Suiza, esta es quizá una tesis atrevida. Pero lleva 17 años viviendo y trabajando aquí, en Winterthur. Actualmente es el director de Farbwelt Landolt AG. Y pronto queda claro que su oficio puede competir fácilmente con los radiantes mundos suizos del color.

Diseño del color y ejecución magistral

Cuando nos sentamos con él, con su socio Daniel Jung y con el jefe de proyecto Peter Schneider en la sala de exposiciones, no solo brillan los colores, sino también los ojos. Hojean bonitos muestrarios con papeles pintados florales y ornamentales y los combinan con cartas de colores de diversas tonalidades. Disfrutan con ello, y más aún, cuando consiguen entusiasmar por igual a sus clientes. Daniel Jung habla de las posibilidades casi ilimitadas del diseño de colores; Peter Schneider, de la delicadeza técnica necesaria para aplicar con precisión a la pared papeles pintados con motivos de este tipo. Los tres intentan transmitir este entusiasmo a sus empleados para que estos trabajos de pintura tan exigentes acaben realizándose con maestría. ¡Depende precisamente de esto!

«Contamos con unos empleados y empleadas increíblemente buenos que nos permiten, como empresa de pintura, diferenciarnos de la competencia. Y al máximo nivel».

Jürgen Klawitter, director de Farbwelt Landolt AG

«Contamos con unos empleados y empleadas increíblemente buenos que nos permiten, como empresa de pintura, diferenciarnos de la competencia. Y al máximo nivel», destaca Jürgen Klawitter. Cuando habla de valor añadido, no se refiere a la guerra de precios de la competencia, sino al valor del trabajo que su equipo realiza día tras día. Esto incluye modelos de horario flexible y otras comodidades que hacen atractivo el trabajo de pintor. Y la alegría de probar siempre cosas nuevas. A esto también hay que añadir que los jóvenes aprendices se benefician de los conocimientos y las competencias que los empleados experimentados han adquirido durante décadas. Farbwelt Landolt cuenta actualmente con ocho aprendices. Una antigua aprendiz, Sabrina Bosshard, ganó la medalla de plata para el equipo nacional suizo en la EuroSkills del año pasado. Llamativo en el sentido más positivo: la enorme proporción de mujeres en el equipo de Farbwelt Landolt. Sin ellas, la empresa de pintura solo sería la mitad de buena, ¡y no solo en términos numéricos!

Con elegancia y estilo en la obra

A la mañana siguiente, a primera hora, descubrimos que todo esto no es solo una bonita apariencia, sino que esta impresión positiva también se materializa en la vida cotidiana. Dominik Göldner es el primer empleado de Farbwelt AG que Jürgen Klawitter conoce desde sus primeros años en Paderborn. Él es el encargado de que los equipos tengan todo lo necesario en la obra. Comienza el ajetreo cuando los empleados se ponen en marcha. No todos parten del taller; algunos van directamente de casa a la obra.

Beat Ramseier, un veterano experto en empapelar muestras de papel pintado, se dirige a la obra con su hija aprendiz Andreia. Su furgoneta está ordenada y organizada. Se podría comer literalmente en el suelo de la furgoneta. La tarea de hoy es, sobre todo, lijar. Ya ha preparado la RO 90 y la ETS EC 150 junto con los aspiradores para lijar la parte inferior del voladizo del tejado y partes de la fachada de un cliente. «En realidad —dice—, para mi trabajo tan solo necesitaría dos máquinas: la ROTEX grande y la pequeña. Con ellas estoy perfectamente equipado».

«En realidad, para mi trabajo tan solo necesitaría dos máquinas: la ROTEX grande y la pequeña. Con ellas estoy perfectamente equipado».

Beat Ramseier, empleado de Farbwelt Landolt AG

Fabienne Preussinger viaja sola hoy. Nos lleva al llamado barrio de los artesanos, una urbanización con pequeñas pero bonitas casas de obreros de los años veinte. Una de las casas de tres plantas donde trabaja Fabienne se está renovando y modernizando por completo. Es estrecha y alta hasta la cercha abierta del tejado. La lijadora de pared PLANEX es perfecta para el lijado fino del yeso en las pendientes del tejado.

Mientras tanto, en el taller, ya se están elaborando muestras de colores y materiales para los próximos pedidos, con el fin de mostrar a los clientes con la mayor claridad posible lo que el oficio de pintor puede hacer. «Naturalmente todos nuestros clientes tienen ideas individuales, pero nuestro objetivo es y será siempre mostrarles todo el espectro de mundos cromáticos que ofrece nuestra profesión», subraya Jürgen Klawitter. Que el esplendor del color se abra paso cada vez más en las cuatro paredes suizas.