El poder del trabajo en equipo

En un equipo eficaz, cada uno de los integrantes hace lo que mejor sabe hacer y el resultado es aún mejor cuando trabajan juntos. Mano a mano. Y con sistema.

Los oficios se enfrentan a retos cada vez más exigentes. Cada día entran nuevos materiales y pinturas en el mercado. Hay que aprender a manejarlos y procesarlos adecuadamente. Las nuevas máquinas y tecnologías modifican los procesos de trabajo. Los canales de marketing modernos exigen cada vez más conocimientos digitales. Cada vez es más raro encontrar herramientas polivalentes. También resulta bastante difícil encontrar a un especialista y cuando se encuentra, este debe formarse a largo plazo.

Nadie puede hacer todo esto solo. El trabajo en equipo es necesario. Y sin embargo, esto no es un éxito seguro. A veces, el espíritu de equipo entre los empleados surge casi por sí solo. Pero es mejor organizarlo activamente y promoverlo específicamente. Independientemente de si se trata de competencias específicas, especialización técnica o perspectivas profesionales, desarrollar un equipo significa dar a cada individuo la oportunidad de hacerlo. Por supuesto, el jefe es el que lleva la batuta y es el responsable de toda la empresa. Pero repartir la responsabilidad entre varios ayuda (y no solo al jefe). Porque una mayor responsabilidad personal fomenta la iniciativa de cada empleado y de los equipos.

Naturalmente, en cada equipo hay diferentes tareas y funciones. Los empleados tienen puntos fuertes y débiles. Es una característica humana. La clave está en asignarles los trabajos que mejor se les dan. Esto se traduce en un aumento de su motivación y es bueno para el clima de la empresa. Y mejor aún para los clientes. Al fin y al cabo, todo el mundo puede sentirse orgulloso de un proyecto ambicioso que se ha realizado con éxito gracias al trabajo en equipo.

Espíritu de equipo organizado.

Hemos visitado una empresa que lleva la idea de equipo en su nombre: el Werkkollektiv en Stuttgart. Marco Sebastian y Christopher Wilkens se unieron en 2012. Marco es cerrajero y Christopher es carpintero. Una combinación extraña, podría pensarse en un primer momento, pero el hecho de que el Werkkollektiv esté orientado a todos los oficios ha demostrado ser un modelo de éxito hasta el día de hoy. «Generalmente trabajamos en proyectos más complejos que requieren especialistas de diferentes áreas», explica Marco y añade: «En nuestra empresa, todos trabajan mano a mano. Esto es precisamente lo que nos caracteriza como Werkkollektiv».

Actualmente, Werkkollektiv cuenta ya con 17 personas. Arquitectos de interiores, diseñadores de productos y carpinteros colaboran estrechamente en las dos amplias naves de producción en la estación Westbahnhof de Stuttgart (Alemania). Un decorador de interiores y tres oficiales forman equipos experimentados en el departamento de montaje. Cinco aprendices con mucha motivación reciben formación en el Werkkollektiv. Todos tienen en común una cosa: la «pasión por la artesanía» (que no solo está impresa en sus camisetas). Todos viven esta pasión para sí mismos y en común: desde el diseño a la planificación y la realización, cada proyecto alberga mucho entusiasmo. Suena demasiado bonito como para ser verdad. «También hay fricciones, muchas», añade Marco. Pero, como todos sabemos, la fricción también genera energía, que se descarga de nuevo de forma creativa.
Esta energía se nota en el equipo de Werkkollektiv. Impulsados por la curiosidad, los profesionales avanzan continuamente en sus obras y oficios. Siempre están a la vanguardia de la tecnología. Esto también ha llevado a que Werkkollektiv colabore cada vez más en el desarrollo de nuevos productos de Festool. Para el carpintero Chris, esto es fantástico. Y es que: «Me divierte y abre horizontes». En particular, el «pensamiento sistémico» de Festool ya le fascinaba cuando trabajaba como aprendiz de carpintero. Él ya sabía que en Werkkollektiv apostarían por herramientas de Festool. Sin duda. Son auténticos jugadores de equipo.

«El secreto de la gran evolución de Werkkollektiv es la buena interacción entre todos los integrantes del equipo, pero también una buena comunicación. Se necesitan estas dos cosas para que un equipo tenga éxito».

Marco Sebastian y Christopher Wilkens, Werkkollektiv Stuttgart 

El equipo es la auténtica estrella.

En Suiza, conocemos a Jürgen Klawitter, que tiene el espíritu de equipo en las venas. Y recientemente, incluso el doble. En 2016, fundó junto a un socio la empresa Farbwelt AG en Winterthur, que posteriormente gestionó de forma independiente. El año pasado, la tradicional empresa Landolt Maler se puso a la venta en la zona. La perspectiva de hacerse cargo del negocio le atraía. Y eso incluía reunir a dos equipos de especialistas cualificados: 20 empleados de Farbwelt y 14 de Landolt. En la actualidad, Farbwelt Landolt AG cuenta con 38 empleados, de los cuales 8 son aprendices.

¿Cómo se hace eso? «No lo sé», dice Jürgen Klawitter. «Yo mismo, como empleado, una vez viví una absorción de una empresa no del todo óptima y lo único que supe fue: Quiero hacerlo de otra manera». Sin duda, era crucial que la relación entre el nuevo y el antiguo jefe se caracterizara siempre por el respeto y la alta estima. Erich Landolt sigue siendo miembro del Consejo de Administración. Además, Jürgen Klawitter ha instalado un equipo directivo en la nueva Farbwelt Landolt, que incluye a Daniel Jung y Peter Schneider, además de a él mismo. «No solo damos ejemplo de este espíritu de equipo, sino que también tratamos de transmitirlo a todo el equipo».

De hecho, los equipos parecen trabajar muy bien juntos. Cada uno tiene sus propias tareas. Hay especialistas experimentados que transmiten sus conocimientos y habilidades a los jóvenes aprendices; aprendices con puntos fuertes y débiles; personas de gran talento que ya han ganado premios internacionales; y una pintora que se ha formado como diseñadora de colores para poder asesorar a los clientes de forma competente. «Estoy convencido de que el trabajo de pintor puede ser increíblemente gratificante si quieres hacer algo con él». Cada uno individualmente y todos juntos. Esto lo experimento cada día en mi equipo —afirma Jürgen Klawitter con alegría—. Sin embargo, esto no es algo que se pueda exigir. Solamente se puede incitar a la gente a hacerlo. Creo que esto es una de las claves del éxito del trabajo en equipo».

¿Tu oficio es cada día más exigente? ¡Nuestras soluciones también! Nuestras herramientas a batería, que puedes utilizar en el taller o en la obra, son cada vez más potentes y precisas. Las herramientas son perfectamente compatibles entre sí. Los accesorios inteligentes y los mejores consumibles garantizan que incluso las tareas más exigentes resulten sencillas. La palabra mágica es: «Sistema». Te beneficiarás de ello en todos los aspectos.

De forma que si también quieres apostar por el poder del trabajo en equipo en lo que respecta a las herramientas, Festool es la mejor elección. No son necesarias costosas medidas de formación de equipos para que todos los integrantes implicados se pongan de acuerdo. Porque las máquinas, accesorios y consumibles ya están perfectamente adaptados entre sí. Con Festool, la formación de equipos significa: cuanto más utilices el sistema, más fácil, preciso y eficaz será conseguir el resultado deseado. Si todo fuera tan sencillo en el trabajo…

Apuesta por el poder del trabajo en equipo con estas herramientas de Festool

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